Aquel día le tocó equivocarse.

Escrito por Eduardo M Romano el 22 diciembre, 2013

Ese día , como habitualmente nos pasa a todos nosotros,

a él le tocó vacilar y equivocarse.

Porque estos hechos y circunstancias lo habían empujado

a tener que tomar en cuenta ciertos indicios, contradicciones

y sospechas.

Entonces la Mesura le indicaba por este lado,

mientras el Arrojo le gritaba que encarara justito por aquél otro.

Los predicados que aquella mañana estaban más que claros…

…por la tarde se hicieron oscuros al ser capturados por la Intriga.

Lo implícito , lo presupuesto y lo semi-dicho,

no perdieron el tiempo,

y empezaron a calentar las orejas.

Cuando llegó el crepúsculo,

la angustia ya se le había instalado firme

en todo el cuerpo…adelantándose

con una precisión milimétrica a la explicación

y al argumento.

Y sacando mucha ventaja ,

teniendo de su lado a la Sorpresa.

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