Escrito por Eduardo M Romano el 24 febrero, 2014
Me dijo que antes , y no me estaba hablando de hace tanto,
los dos podían sentir esa magia,
que las hace ir juntas
a la palabra que se la dice
y a la caricia que se la siente
por alguna parte de adentro.
No dejaba de insistir y aclararme,a cada rato,
que eso les pasaba antes y no ahora…
..y que lo hacía porque intentaba subrayarlo…
pues (aunque doliera mucho tener que decirlo),
era preferible que quedara bien en claro.
Porque lo que se dice encuentros genuinos
entre dos que se desean y se quieren …
…ya no había ninguno..
El deseo parecía estar tan diezmado que
hasta daba pena mirarlo a los ojos y de frente..
..La invención se había esfumado ,
y eso tan parecido a la magia,
ya hacía un buen rato que se había ido.
Eso si, en su lugar, (continuó diciendo),
se habían como multiplicado,
interminables,
esa clase de explicaciones forzadas
que ya no son capaces de convencer a ninguno…
…y que lo único que hacen es aumentar
el dolor , la frustración y el desaliento.
Como si algo parecido a una Nada,
se hubiera instalado con el tiempo entre ellos,
para sustituirlo al Deseo, que ya no estaba.
Y esto ,( agregó por si hacía alguna falta),
ya tenía cara y aspecto de irremontable..
..tanto en la superficie visible
como por dentro.
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