Escrito por Eduardo M Romano el 23 mayo, 2014
Existen muchas cosas que se nos pueden presentar
de este modo, o de esa otra forma,
que puede ser una cualquiera.
Pero aún,exactamente qué signfica,qué
es lo que querrá decir
o cuál podrán llegar a ser sus alcances,
consecuencias y contenidos…poco y nada sabemos.Sólo contamos
con alguno que otro indicio.
Entonces nos concentramos y prestamos
más atención a la forma en la que se nos están presentando esos
asuntos.
El intervalo de tiempo es mínimo,
pero más que suficiente para que se vayan entrometiendo las fantasías, las presunciones, las expectativas en cuanto a que se trata de esto y no de aquello otro…
..la imaginación vuela en nosotros de un lado para otro.
Porque encontró esa circunstancia mínima y aquelpunto de apoyo
pequeño ….que son más que suficientes
para darles rienda suelta a los devaneos íntimos, repletos de personajes que cautivan y tramas
de lo más complicadas que nos gusta seguirlas en la mente,
como dejándonos llevar por el curso que van tomando,
porque no se sabe adónde terminan…juegos de artificio en los que parece que encuentran deleite, muchos de nuestros deseos….que le abren el escenario a tanto secreto fantaseo.
Y no vayan a pensar que me refiero a estar metidos en un estado
de desvarío,o alguna cosa semejante..
..no me refiero a nada de eso…
sólo digo que en todos nosotros
existen esa clase de momentos
en los que dejamos de prestarle
toda la atención exclusiva a lo útil y necesario.
Porque no nos alcanza.
Así de fácil.
Son instantes fugaces en los que a la imaginación la dejamos más suelta que de costumbre…lo justo y necesario
como para desplazarnos y sacudirnos ese sopor invisible,
que pretende envolvernos,
tal como siempre.
Deja una respuesta