En carne propia.

Escrito por Eduardo M Romano el 7 octubre, 2017

 

Los sufría en carne propia.
Eran momentos en los que parecía
que el tiempo se estiraba,despertando
la sensación de una lentitud insoportable.
El vacío resultaba fugaz. Porque no tardaba
en ocuparlo toda clase de signos, presunciones ,
indicios y presagios que se anudaban
a una multitud de síntomas que se auto diagnosticaba
a sí misma.
Era cuestión de tiempo.
Al final, terminaba dominando, no necesariamente
el que habían arribado primero,
sino el más intensamente cargado de afectos.
Algo reprimido había impuesto su retorno,
para terminar enlazando , a un mismo tiempo,
esas sensaciones en su cuerpo,
(que le causaban espanto),
con la angustia instalada en el centro de la escena.
«Ningún fundamento orgánico que explique esa perturbación
en el movimiento»…»Ninguna causa química o neurológica
que justifique tanta queja y alarma»,
se apresuraron en decirle,
sin que produjeran cambio ni alivio alguno.
La angustia era de verdad, Tan real como
su brazo,entorpecido y esquivo,
que apenas si podía moverlo.
(En cuanto a )» La motivación de los síntomas y formas de la histeria…el simple examen del enfermo no basta..(debido)sobre todo a que el sujeto no recuerda realmente lo buscado e incluso
ni sospecha siquiera , la conexión causal..con el proceso psicológico «.
(S.Freud.»El mecanismos psíquico de los fenómenos histéricos»)

288 Vistas

16288

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

facebook

Twitter

WhatsApp

e-mail

Linkedin

Google+

Buffer

Digg

Reddit

StumbleUpon

Tumblr

Imprimir