Escrito por Eduardo M Romano el 30 junio, 2014
Todo depende de cómo se lo diga, en qué tono,altura,
cadencia y semblante.
Si acaso se acentúa esta parte o si concede una pausa.
Sucede que entre las palabras y sus sentidos,
pueden ocurrir tantas cosas…
Muchas pasan entremedio. Giros , dobleces, pliegues
y anversos…algunas palabras nos damos cuenta de que no hay mucha vuelta que darle
y que deben tomarse en formas literales.
Pero en la mayor parte el asunto es bien distinto.
Porque en esta palabra que se la dice, se la escribe
o se la dice…lo más común es que exita mucho juego en el medio.
A veces, se trata de que es por cortesía,
que eso que enunciamos,
no lo dejamos tan tajante,
y dejamos que se interponga ese intervalo
al que dan lugar los los punto y seguido.
Las pausas más cortas, como las comas y los punto y coma,
dan menos tiempo, pero también ayudan a que quien
está adelante
pueda ir pensando a su modo
eso que el otro va enunciando.
Porque hablar con otro,
no se trata de catarsis ni de monólogo.
Porque además aparecen sentidos sueltos,
que no son los que se habían previsto.
Y que pueden resultar bastante distintos a lo otro
que se va diciendo,
si se lo sabe captar entre líneas.
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