Escrito por Eduardo M Romano el 17 marzo, 2017
Podría decirse que es una dimensión
de lo más complicada.
LLena de relieves, agujeros,deslices y entreveros.
Junto a esas palabras que se repiten
y ya se sabe,como de memoria
a qué cosa es que apuntan
y adónde terminan.
Al lado de otras que siempre nos sorprenden
cuando,con un poco de suerte las captamos a destiempo
o bien, con mayor frecuencia,
cuando ya es demasiado tarde.
Escenas y Palabras a las que nadie las ha convocado
y que sin embargo
aparecen precisas
para acertar , cada vez que se lo proponen,
justito en el blanco.
Habitan ese territorio de empujes insabidos,
que alimentan saberes e ignorancias,
únicas y distintas , dentro de cada uno.
Están las demasiado explícitas y consabidas,
que a fuerza de repetirse
casi como que las conoce todo el mundo.
Y otras Inconscientes. Inquietas e insabidas,
que a su manera y según sus modos,
no cesan de pujar y decirse
por los bordes de adentro y los de afuera.
En ellas cobran vida
un montón de personajes , más o menos estables,
a los que con el correr del tiempo
se van agregando muchos otros.
Por ahí se juega la mayor parte de lo nuestro más profundo…
…dándoles vida a un sinfin de sentidos
que los vemos venir clarito.
Y Otros, los decisivos,
que hacen incansablemente lo suyo,
sin que podamos darnos cuenta.
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