Escrito por Eduardo M Romano el 30 mayo, 2014
Una y otra vez, intentaba repasar
esa escena que le resultaba
incomprensible y llena de misterio.
Aunque en el momento de vivirla,
me refiero al hecho de estar
involucrado como su protagonista indiscutible.
La hubiera considerado vana,
pasatista y hasta innecesaria.
Sólo tiempo después
comenzaron a hacérseles presentes
los contornos enigmáticos,
las reciprocidades falsas,
los artificios engañosos
y las inercias cómplices…
…en todo aquello
que en un primer momento
se le había presentado
casi como dando a entender
que todo era obvio y sencillo.
Pero que ahora,
pasado un tiempo,
empezaron a hablar nuevos dialectos..
…como para decir
o dar a entender
otras cosas.
Deja una respuesta