Escrito por Eduardo M Romano el 9 abril, 2014
Cierto asunto,
del que las más de las veces,
ignoramos sus motivos , desconocemos
sus rasgos y no sabemos a qué cosa
es a la que apunta..no deja de perturbarnos
por dentro. Lejos de quedarse quieto
como esperando que podamos empezar
a entenderlo,
no deja de moverse, como escurriéndose
de un lado para el otro….todo indica que con
el afán de despistarnos…
Son momentos en los que sobran
el desasosiego, la inquietud y el desconcierto.
Casi en la misma proporción en la que andan
faltando los abrazos y las palabras
que tan bien nos harían
y que tanto podrían ayudarnos…
..Son momentos en los que por algún lugar,
créanme que se nos va colando la nostalgia..
…como para convocarlo de nuevo al amparo genuino.
El entrañable y el profundo..
El que se nos presenta
y nos damos cuenta que está,
cada vez que empieza a cobijarnos
con su inequívoco dialecto.
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