Escrito por Eduardo M Romano el 1 abril, 2014
De qué sirve enunciarla a la Palabra,
si está huérfana de pasión ?
Qué sentido tiene andar por ahí
evocándolo al recuerdo,
haciendo el recuento lo más fiel
que uno pueda con respecto a sus formas,
contenidos, inicios, trasfondos y cierres…pero absolutamente
y del todo desprovistos de la emoción
y extraños al sentimiento?
Qué cosa podrá haber entremedio…digo, entre
estas Palabras dichas con precisiones casi mecánicas
y llenas de detalles irreprochables…pero carentes por completo
de gusto…impasibles, neutras,grises y asépticas…
..almidonadas por una especie de protocolo
que se especializa en quitarles el empuje y el brillo ?
Y que si tuviera un color,
seguro que sería
el gris
y ningún otro.
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