Eso dichos que empalagan la boca y pegotean la oreja.

Escrito por Eduardo M Romano el 20 abril, 2014

No quería que otra vez la abrumara con envoltorios bonitos,

ni con esas palabras

que de sólo decirlas,

ya empalagan la boca

y pegotean la oreja.

Estaba cansada de las proyecciones para pasado mañana.

y de las buenas intenciones , que se quedaban en eso.

Quiero decir, de cosas dichas para no ser cumplidas,

pero que dejaban ,una ligera apertura, por si tal vez…más adelante…

Lo cierto es que ella estaba harta de

todos esos adornos que él acostumbraba ponerle,

porque terminaban ubicándola en una posición abstracta e inalcanzable.

Ella buscaba algo más simple .

Que tuviera cierta noción de la finitud ,el límite y la cercanía.

Que fuera capaz de enfrentar el cierre y el corte,

como escenarios posibles.

Qué se yo…algo menos fingido,

más de carne y hueso.

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