Escrito por Eduardo M Romano el 1 enero, 2014
Sucede con mucha más frecuencia de lo que pensamos,
que ese argumentoy aquel motivo,
quenos servían de mil maravillas
para explicar este asunto,
y entender en una forma mas o menoscoherente
aquella otra cosa y ese asunto de más lejos…
se viene abajo o pierde su fuerza y consistencia.
Entonces, más que explicación razonable de algo,
se nos transforma en una especie de lastre.
Digo esto sin querer ofender a nadie.
Entonces, puede que una vez repuestos
de la desorientacion primera,
hagamos pasar al frente
a ciertos personajes ,
que siempre llevamos dentro,
pero a los que siempre
les habíamos negado presencia, voz , protagonismo
y predicamento.
Y eso que ,
lo que se dice hacernos ,
nunca nos hicieron nada malo a nosotros.
Por eso resulta medio inexplicable
el hecho de que ,
en una forma inconsciente o no tanto,
hayamos actuado haciendo como si no existieran…
…o lisa y llanamente, les cortamos el rostro.
Y sin embargo, quietos, relegados y hasta habiendo sido objeto
de todo ese destrato que no se merecían…
…así, calladitos, como siempre estuvieron dentro nuestro,
y ocupando sin chistar
los planos segundos…
….resulta que recién ahora
nos damos cuenta,
que siempre
tuvieron algo importante
para hacernos saber
y decirnos.
Deja una respuesta