Escrito por Eduardo M Romano el 10 julio, 2014
A fuerza de tantos tropiezos y desencantos,
dijo que había dejado de seducirlo,
eso moverse por el mundo, en función de pensamientos
genéricos y proyectos en los que uno siente que no
hay lugar ni ocasión para ponerles algo propio.
Porque se había dado cuenta,
vaya a saber ,por qué caminos,
que todo eso que en su vida ,
empezaba con el signo de lo exclusivamente
abstracto y lejano…
..terminaba por resultarle anónimo, efímero o inalcanzable.
Entonces en lugar de horizontes lejanos,
cuyos bordes nunca dejaban de correrse más lejos
en el espacio,
cosa de asegurar su infinita postergación en el tiempo..
..emprendió la búsqueda en límites mucho más cercanos..
..para poner el acento
en cada uno de sus
ya impostergables presentes.
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