Escrito por Eduardo M Romano el 21 noviembre, 2010
Vivir en alerta
Se queja de una vida llena de inhibiciones y angustias. Dice que camina por las calles de la ciudad en estado de “alerta”.Su extravagantes forma de caminar, mientras realiza meticulosos “barridos” de ciento ochenta grados con su mirada, llama la atención de los demás, que no tardan en fijar la mirada en él; esto no hace más que incrementar su estado de alerta y ansiedad. Entonces dice que se confunde , que empieza a cometer torpezas con las manos y a equivocarse con las palabras cuando intenta hablar. Todo él se transforma en pura desorientación y taquicardia.
Una producción social que imagina lo otro y diferente
Como todas las otras, que forman una diversidad y multiplicidad indefinida, la de la incertidumbre y el misterio es también una construcción colectiva, histórica y social. Ningún individuo aislado sería capaz de producir siquiera un mínimo fragmento de ella.En este caso, se trata de un imaginario social que trabaja el sentido múltiple, polifónico y ambiguo, de “lo otro” y “ lo diferente”, que cada individuo de una misma comunidad apropia y singulariza (un poco como puede ,otro tanto como lo dejan, y sólo un poquito como quiere)de este tesoro cultural y colectivo.
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