Escrito por Eduardo M Romano el 9 marzo, 2014
Era la pura verdad,eso que le estaba diciendo. No había
argumento alguno como para sostener lo contrario.
Porque no había nada que hacerle…era todo cierto…
…Pero en los asuntos de las subjetividades, la ocasión también
importa. Y son muchas las oportunidades en las que
el contenido no es lo exclusivo ni lo único que cuenta..
..Porque también existen los tiempos, los ritmos, las modulaciones,
y las pausas que de tanto en tanto ,
es preciso en algún lugar ubicarlas.
También están esos momentos bien puntuales,
que son del todo capaces de hacer
que una misma cosa o asunto,
puedan ser escuchados y entendidos
en formas muy distintas…
..Entonces no siempre se trata de decirla una y de la
misma forma a esa cosa de damos por cierta…
…ni toda rápida , inmediata,como de repente ni como
apretujada, toda junta…
Como si no le fuera preciso tomar en cuenta alguna curva
o escala intermedia…
Porque bien puede ocurrir que la forma, la oportunidad y la
ocasión para decirlo puedan verse afectadas por los destiempos.
Ya sea porque arribó con tanto adelanto que aún no había
nadie para esperarla…
..o bien porque llegó
tan tarde y llena de retraso,
que ya se habían ido todos
los que hubieran podido darles cabida,
escucharlas o entenderlas.
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