Escrito por Eduardo M Romano el 14 enero, 2014
La Subjetividad,en sus diferentes niveles,
no se conforma, con eso de aceptar
así nomás, sin volverlo a tocar al asunto,
ni quedarse con una sola y única versión del hecho o de la vivencia que tuvimos, recién nomás o hace mucho , remontándonos en el tiempo.
Por más claras y contundentes que puedan parecer al principio.
Sin que llegamos a advertirlo, ciertas fuerzas
que actúan incansables dentro nuestro,
las siguen retocando y van mirándolas
una y otra vez de nuevo…
..cambiándoles ese acento tan seguro…corriendo de la escena a ese gesto preponderante,
para reparar un poco en aquél otro,
que estaba como medio escondido y que habían pasado
para nosotros como sin pena ni gloria.
… Pero algo que nos recorre,
aunque no sepamos muy bien de qué se trata,
no se quedó conforme,
con ese significado primero
que pudimos darle
a esas cosas
Y no lo digo a manera de crítica.
Porque en el medio de ir viviendo las cosas,
uno hace lo que siente, sabe , puede y le sale en el momento.
Además de eso,
son tantas otras cosas las que cuentan.
Por ejemplo,no es un asunto menor
las características de las personas
que tengamos cerca…
…El radio de acción que podamos o no desplegar….la mayor o menor
confianza que puedan despertarnos…
…El recuerdo de algo previo
que consiga venir a nuestra memoria…
y que puede tener munco de similar
o no parecerse para nada…
…pero que de todos modos,
vaya a saber uno por qué motivo,
lo recordamos justito en ese momento…
..que puede ser eso
que nos hacía falta para darnos mas seguridad
y un poco más de animo…
..o todo lo contrario…
puede pasarnos como con esas visitas
tan inoportunas,
que mientras les abre la puerta,
murmura por dentro,
para qúe habrán venido, justo en este momento..
…mientras intenta poner buena cara.
Deja una respuesta