Escrito por Eduardo M Romano el 6 abril, 2025
Son asuntos impensados
que se anudan en un susurro de tiempo.
Puede que encontremos algún indicio
que , a nuestro pesar , nos diga
que el velo invisible
que sentíamos nos protegía,
se ha disuelto.
Entonces comenzamos a deambular
sin rumbo,
atravesando espacios opacos.
Algo nos empuja a asumir
un protagonismo que siempre esquivamos
y nunca quisimos.
Perturbados,nos vamos poblando de ambiguedades,
paradojas y distancias.
En las horas que pasan, se nos hace cada vez más difícil
reconocer que seguimos siendo los mismos
en los trajinados espejos de todos los días.
Las jerarquías intercambian los lugares que tenían tan bien asignados.
Algunas modifican sus formas.
Otras, cambian eso que sin descanso repetían,
para enunciar sin reproches
algo muy distinto.
Las cartas vuelven a mezclarse
y empiezan a escucharse los ecos y los pasos
de eso reprimido que ha cobrado nueva vida,
mientras traspasa la puerta, burlando el olvido.
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