Escrito por Eduardo M Romano el 19 abril, 2014
No sólo se trata de eso que dice.
Porque no importa nada más que el contenido,
Sino también cómo es que lo dice.
Cuál es su tono y su timbre; cuáles sus resonancias.
Como son los gestos que a ese decir o a ese callar, acompañan.
Adónde esta su mirada cuando habla.
Por qué usa esa palabra ambigua.
Pro que ,precisamente ahora, aparece esta duda ?
Qué sentido tiene su repentino silencio ? Y ese desliz en su palabra?
Qué tendrá que ver esta cadencia con eso que antes dijo?
Y qué con eso otro que calla ?
No busquemos sentidos últimos , razones excluyentes ni primeras.
Mejor es seguir libres y atentos a los detalles, a las incontables fluctuaciones, a las apresuradas junturas
Y a los provisorios anudamientos.
Deja una respuesta