Escrito por Eduardo M Romano el 17 julio, 2014
En nuestros mundos internos, que siempre están en movimiento,
existen escenas que con el paso del tiempo,
se han hecho algo así como especialistas
en el oficio de calmarnos,
repitiendo lo parecido, lo similar y si es posible, lo mismo.
Sería bueno no confundirlas
con esa otra clase de escenas
que van más por el lado de la invención.
Porque les encanta la sorpresa. Y si uno les pregunta,
no dudan en constestar que prefieren toda la vida
ser amigas de lo nuevo y estar más cerca de lo distinto.
No se llevan nada bien con las imitaciones,
las copias, o las partes segundas.
Ni que decirles de los símiles o de las réplicas…
…Mejor que ni se las nombren,porque a esas sí
que prefieren tenerlas lo más lejos posible.
Claro que inventar, descubrir o captar
alguna cosa nueva,
solas no pueden hacerlo.
Ya sería pedirles demasiado.
Quiero decir,que también es preciso
que algo pongamos de nuestra parte…
…empezando por tratar de darnos cuenta,
para no dar , a todo lo que sigue,
siempre por sentado.
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