Escrito por Eduardo M Romano el 8 febrero, 2014
Estaba atravesando,una de esas épocas
que todos conocemos, y que en cualquier momento,
pueden llegar a tocarle a cualquiera.
Son esa clase de momentos,
que bien pueden ser el inicio, el final, la rotación
o el giro de algunas cosas y ciertos asuntos
tal y como se nos venían dando.
Puede que esto cuativante termine en la nada.
O bien que aquello otro
, tan lleno de promesas de cambio y aventuras,
al final de cuentas, no sea otra cosa que una planicie monótona,
en lugar de aquello que nos parecía que estaba animado
por la riesgo del abismo y el riesgo del desfiladero..
Son épocas inciertas, en las que el ahora,
puede que se parezca a la copia de lo que fue antes. …que el ensueño vaya decayendo…y el las fantasías
ya no tengan el alcance ni la riqueza de otros tiempos.
Si acaso las cosas nos vienen barajadas de este modo,
créanme que un día pueda llegar a sorprendernos
con la invención de algo nuevo…. ….y que en su lugar,
debamos cargar con el penoso presentimiento
de que estamos haciendo
exactamente más de lo Mismo.
Deja una respuesta