Existen cosas con las que no querríamos

tener absolutamente

nada que ver.

Ideas, presentimientos, presunciones o fantasmas,

que sabemos que no tienen

un razonable fundamento.

Pero  igual insisten y no sueltan prenda.

Se comportan como si conocieran demasiado ,

muchas de nuestras partes inciertas,

y más de uno

de nuestros puntos débiles…

..como si quisieran aprovecharse

de esa extraña cercanía

que en el fondo sentimos que tienen,

con muchas cosas nuestras.

Presunciones, pensamientos, recuerdos y fantasmas,..

que se mueven a su antojo

y exhibiendo cierta clase de confianza…

…que nunca se la hemos dado.

Créanme que si fuera por nosotros,

mejor sería que no existieran.

Pero existen.

Y aún siguen estando.

Saben que en algún lugar

fueron capaces de ganar,

demasiado peso y valor dentro nuestro.

Y no dejan de exigirnos

su precio.