Escrito por Eduardo M Romano el 14 octubre, 2016
Sucede muy seguido,
que de esta intención, de ese anhelo
o de aquella otra forma de sentir algo
que nos sacude o inquieta..
…no llegamos a tener noticia.
Seguro que por el medio,
algún poderoso mandato
interpuso su marcha.
Tal vez, porque la fuerza de la costumbre
y el miedo exagerado
a asumir el riesgo,
terminaron dándose la mano
con el conformismo y sus cambiantes inercias.
Quiero decir,que sucede casi todo el tiempo,
que muchos empujes que provienen
de lo más entrañable nuestro..
..terminan por quedarse en una nada.
Sin identidad y sin nombre.
Porque uno que otro mandato impiadoso
sumado a vaya uno a saber qué otras cosas,
no le dio la mínima oportunidad
para que pudiera asomar
al menos como fantasía…
…o existir simplemente
como ensueño.
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