Escrito por Eduardo M Romano el 20 abril, 2014
Por fuera sabía como cuidar los modos y las formas
De manera que los demás no tuvieran oportunidad
de advertir la confusión, el revuelo
y esa especie de tumulto,
que no cesaba de recorrerle por dentro.
No vayan a pensar que era de esas personas que se empeñan
en ocultar a los demás eso que sienten,imaginan o piensan…
..lo suyo no tenía nada que ver con el ocultamiento astuto
ni con la mentira enunciada cuando resulta conveniente…
..no tenía intención de dar cierta imagen para engañar a nadie.
Sólo quería que nos se notara para poder tener un poco más de tiempo, para llegar a entender,
aunque fuera de un modo aproximado,
qué cosa era todo ese revuelo que no dejaba de provocarle
bajadas, subidas y remolinos en su mundo de adentro.
Qué extraña clase de eclosión era ésa,
la de las cosas del sentir,
a la que por ahora, no llegaba a comprenderle la trama,
captar algo parecido a un guión ,
ni tener cierto grado de certeza acerca de dónde provenía ni a qué
cosa se proponía llevarla.
Las hipótesis eran muchas y las posibles variantes,
ni les cuento.
Pero por el momento, la única sensación que tenía , era una
mezcla de angustia y desconcierto…y lo mejor que podía hacer,
se decía a sí mismo,
con esa curiosa mezcla de sensaciones borrosas y emociones contradictorias y confusas…era darles tiempo y lugar para que
se expresen y vayan diciendo lo suyo… en las formas y modos
en los que pudieran llegar a tener la oportunidad de hacerlo…
Resistiendo la tentación ,
de echarle mano a las siempre rápidas e inconsistentes etiquetas…
…a esa frases hechas ,que dicen poco y nada..o a esos argumentos
que sacados en medio del apuro,no terminan haciendo otra cosa
que agrandar el desconcierto…Bueno. Esta vez se había propuesto
no tener que forzar la marcha para acertarlo inmediato al motivo…
o para buscar lo más pronto posible,
el nombre de algún culpable
externo y propicio,
para endosarle,
de arriba para abajo,
todo el asunto.
Deja una respuesta