Escrito por Eduardo M Romano el 18 agosto, 2014
De eso estaba seguro.
No quería terminar siendo una especie de archivo,
disciplinado y prolijo.
Tan certero e irreprochable ,como incapaz
de despertar alguna clase de sentimiento.
Aborrecía la sola idea de que todo aquello que en su momento
había sido pasión, empuje, ensueño o anhelo..
..terminara reducido,por el paso de tiempo
y de las circunstancias,
a seguir el destino sombrío de una cronología aséptica…
…una que conoce tan friamente su oficio de transformar
los deseos más irreverentes ,las fantasías del todo improbables
y aún los ensueños absolutamente alocados…en una cuestión
de secuencias rigurosas,
que determinan claramente,
qué aconteció primero y qué clase de asuntos sucedieron
un poco más tarde..
…sin reparar siquiera,
en eso otro irrepetible,
que tuvo lugar entremedio.
Quiero decir, un rato antes de la ausencia.
Cerquita de lo que muy pronto,
iba a ser olvido.
Deja una respuesta