Escrito por Eduardo M Romano el 22 abril, 2014
Asumía la curiosa posición de percibir, pensar,
imaginar y tomar partido
ante cuanto asunto se le presentara
en forma directa
o lo involucrara de algún modo como si se tratara
de un problema matemático..
en el fondo, un asunto que siempre
podía ser visto y abordado como
una especie de teorema..con sus hipótesis,
varibles e incógnitas a ser despejadas y resueltas
por una especie de regla de tres simple.
Y esto que les digo, lo aplicaba puntualmente
a cualquier persona, situación o asunto
que anduviera dando vueltas por su mundo.
Nunca se salía de su estricto sistema de
coordenadas ,que juzgaba ordenadas e infalibles.
Toda una maravilla fantaseosa
en la que la vida misma
terminaba transformada en un curioso sistema
de superficies, periferias,y cuadrados equiláteros..
…a los que ubicaba a unos de un lado
y a los otros justo en el de enfrente..
con las respectivas curvas y diagramas que los representaban,
con unos cálculos y meridianos perfectos…
…que como ya podrán suponer,
nada querían saber acerca del sentir, la emoción, el ensueño, la imaginación o el fantaseo…
…y que no hacían otra cosa
que escaparle a
a las vivencias, los asuntos y las memorias entrañables.
Ésas que van conformando
de a poco, nuestra propia historia como personas…
… que está tan lejos
de la rigidez,los encasillamientos, las tablas de doble entrada
y la predicciónes
estadísticamente infalibles… que él sacaba como de un tubo,
una atrás de la otra.
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