Escrito por Eduardo M Romano el 11 mayo, 2025
Cuando se trata de las palabras,
más vale andar con cuidado
y no apresurarse a darlo todo por ya dicho.
Porque siempre habrá lugar para algo desmentido,silenciado o dejado en el tintero.
Las palabras son hermanas de las pasiones, los silencios y los goces.
Pueden conjugar mentiras o verdades,
Depende de quién las enuncie.
Algunas se contentan con ser el eco
de lo que circula
para que se siga repitiendo.
Pero también , es bueno recordarlo,
existen palabras animadas por la rebeldía.
No le temen a lo incierto y les gusta encarar lo inesperado.
Hay otras que sirven para disfrazar la hipocresía.
Algunas, con muy poco, se las arreglan para decir mucho
de nosotros mismos. A veces, demasiado.
Existen palabras que fueron condenadas al exilio,
sin que tengamos forma de saberlo.
Son las reprimidas , imposibles de ser dichas.
Por suerte,a pesar de todo,
aún existen palabras genuinas
que dependiendo de la ocasión
y de quién las enuncie
pueden permanecer imborrables dentro nuestro.
Aunque ya no estén
esas voces entrañables.
Las únicas capaces de decirlas.
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