Escrito por Eduardo M Romano el 28 diciembre, 2024
La voz…un punto de partida.
Cómo darle cabida a la palabra
y el murmullo de los otros.
Los entrañables, los cercanos
y aquellos que nos rondan
como presencias anónimas.
Están las que pretenden imponernos
sus dogmas,
echando mano a la sutil amenaza
hasta las que toman la forma de una orden,
estridente y cruda.
Pero también existen esos otras
que se dejan escuchar por lo bajo y sin pretensiones.
Son las voces genuinas.
Esas que sin que nos demos cuenta,
ya son parte nuestra.
Son voces que al decir, dan el refugio necesario
que nos ampara.
Son voces que en los momentos duros,
se las siente más cerca.
Y que permanecen incondicionales
tanto cuando acertamos andar
por el camino claro y seguro,
como cuando nos toca
errar y perdernos.
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