Ninguno de nosotros es inmune
a eso que golpea y duele en lo profundo.
Esto no sólo sucede una vez. También acostumbra pasarnos otra.
Y más tarde, de nuevo.
Es que Desear quiere decir muchas cosas.
Entre ellas, que no hay red por debajo. Que el pre -aviso no existe.
Y que lo que se dice garantía,
no la hay y nunca la hubo…
El asunto es que Desear nos expone a muchas cosas.
Algunas que nunca ni por asomo, las buscamos.
Yo sé, por ejemplo, de unas intrusiones brutales,
a las que cuesta ponerles nombre.
Que no se conforman con desacomodarnos e irse.
También se toman su tiempo,
para lastimarnos lo más hondo que pueden.
Deja una respuesta