Escrito por Eduardo M Romano el 17 abril, 2014
Su hablar tenía esa frescura
de quien va diciendo lo suyo
sin apelar al artificio
ni a la pirueta de buscar
implícitas adhesiones para seguir la marcha.
Se notaba que conocía bien las formas de no tomarse
ni perder el tiempo en los artificios de lo irrelevante .
Deja una respuesta