Escrito por Eduardo M Romano el 16 marzo, 2013
Prefiero tomar distancia.
Ya no me interesan el rígido argumento
ni la explicación abundante pero incapaz
de rozar algo concreto.
Prefiero tomar distancia de las posturas narcisistas
y de su lógica autocentrada.
Le presto muy poca atención a lo consabido,
que siempre asegura un apacible desenlace.
No me caen nada bien
las destrezas y las astucias
que saben cómo desplegar algunos
para introducir lo ambiguo,
que le abre la compuerta al engaño,y
y es capaz de elevar a la mentira
como si fuera una certeza probada yy segura.
Me parece que también aprendí a reconocer
la insalvable distancia
y el inapelable desapego
que pueden producir
la cercanía fingida
y la palabra falsa.
Postergaciones.
Tanto se había esforzado en mostrarse
de lo más razonable, recitando los preámbulos,
anteponiendo uno por uno los prefijos,tomandose el tiempo
para los recaudos
y dándole lugar a cada excusa y postergación
que viniera al caso y tuviera más a mano…
…que al final de cuentas la realidad se le plantó
como suele hacerlo.
Tenaz e Inapelable.
Quiero decir, que las fichas se le fueron cayendo
todas juntas,como si hubieran estado esperando en fila,
para aparecer en los lugares menos oportunos
y en las ocasiones menos precisas.
En esa vorágine a la que se vio empujado,
ya no hubo espacio ni tiempo
para razonar de este lado,
para postergar por el otro.
Porque el Hartazgo se puso a hablar con la Desmesura
y cuando llegó el momento,
también el Límite dijo presente.
Y créanme que ya no hubo más lugar
para huirle al Ahora,
estirando indefinido el Suspenso.
,
Detalles relevantes.
Tenía la habilidad poco común
de poder dar casi siempre en la tecla
de algún asunto que involucrara
a un otro.
Lo hacía con sólo echar un vistazo de lo más
intenso y profundo
a los detalles anodinos e incongruentes.
Así era capaz ,poquito a poco,
de ir capturando
lo relevante partiendo de lo que parecía banal
o accesorio.
Así por ejemplo, podía empezar intuyendo el «quién» ,para luego
concentrarse en los «por qué «, los «cómo » , los «para qué » y los «en qué modos».
Eso sí. Siempre confiaba en los detalles, los equívocos,
los deslices
y todas las cosas minúsculas que se iban presentando
como quien no quiere la cosa.
Era del todo implacable en eso de prestarle una refinada atención
a lo ambiguo,
y estar preparado para lo incierto.
Así se obstinaba en su trabajo
de enlazar lo engañosamente nítido, transparente y visible…
…con aquello otro
caprichoso
latente y esquivo.
Escenas ritualizadas.
La vida cotidiana se le había transformado
en una especie de rutina que ya habían aprendido
a repetirse a sí misma
hasta el mínimo detalle.
Sentía que lo abrumaban Escenas que ya no
controlaba en lo absoluto.
Pero que , con el paso del tiempo
y a fuerza de Costumbre,
había aprendido a sentirlas como propias.
Por más que se diera cuenta
que lo colocaban en una posición
rígida e incómoda.
Escenas ritualizadas,
compuestas por imágenes consabidas
y Palabras ya incapaces de sorpresa.
Remolinos inciertos.
Una curiosa diversidad de fragmentos,
con bordes,pliegues y fronteras que parecen
ir juntas, correr paralelas o que se ignoran.
También pueden cortarse sin ninguna clase de aviso.
Remolinos etéreos.
Sentidos que ya habían sido dejados
en le olvido.
Y otros que ya estaban en el ocaso
, el desgaste
o el desuso…pero que de pronto cobran vida
y adquieren
unas formas que antes no tenían.
Remolinos inciertos…paradojas inestables…
dinámicas de la Libido, el Deseo y los Fantasmas.
Que comienzan en un lado
y sorprenden por algún otro.
Alternando vacíos abrumadores
con presencias que no se explican.
Una realidad segunda.
Se había inventado un mundo paralelo..
..una especie de realidad inofensiva y segunda..
..sólo para usarla
en las ocasiones menos propicias
y en las circunstancias más desfavorables.
Ahí el dolor ,
dolía menos…
..la suerte resultaba
mucho menos esquiva…
los vacíos y los remiendos casi que ni se notaban..
..Y hasta podía encontrarse
de pronto,
con quienes ya hacía tiempo
que no estaban.
No están escritos.
Entre las Subjetividades
es de lo más común y corriente,
que circulen y se nos impongan,
unos asuntos que no están escritos
y ciertos hechos
que ya todos conocen,
pero ninguno se propone nombrarlos.
Operan en lo cotidiano,
como una especie de eficaz telón invisible.
Entonces nadie tiene que sorprenderse
cuando a algo de lo más razonable,
le aparezca un borde alocado..
..que en el gesto más civilizado,
haya siempre un lugar
para lo absurdo…
…o que muchas de las cosas
que dábamos por seguras, calmas y estables
se nos vuelvan de pronto
peligrosas, inciertas o inquietantes.
El Chiste y el Humor.
Los seguros retornos.
Eso que una Subjetividad se propone ocultar
o al menos disimular lo más que se pueda por un lado…
…no deja de escurrirse y aparecer
en formas insospechadas,por otro.
Pero la relación que existe
entre esto que se muestra y aquello que se oculta,
no es clara, sencilla ni directa.
Quiero decir que está llena de cosas ambiguas e inciertas.
Porque cuando algo resulta reprimido…
…cerquita,entremedio o mucho más lejos,
empiezan a aparecer (multiplicados y dispersos),
unos relieves que sirven como
apoyo y referencia
para encarar los seguros retornos.
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