Escrito por Eduardo M Romano el 11 enero, 2014
En lo que hace a las Palabras,
resulta tan frecuente,
que uno puede poner el mayor de los empeños
en que esto que uno dice llegue de lo más clarito
y pueda resultar bien comprendido por los otros…y
que si es posible, tenga además una que otra resonancia,
que pueda llegarnos de vuelta…Digo que puede ser lo que uno
espera confiado..pero no necesariamente aquello que pasa
con esos dichos tan elaborados por la conciencia, y esas palabras
que durante tanto tiempo se pensaron para que resultaran
las precisas y más apropiadas…y que nos habían enunciadas tan lindas…
Sucede que entre esto que se va diciendo y lo que otros interpretan
pasan un montón de cosas que se interponen por el medio…
…deslices,malos entendidos, giros, medias vueltas, rellenos,adornos,
connotaciones de buena fé y otras que no tanto….
Créanme que es tan diferente y marcado el contraste,
con aquellas otras Palabras
que uno las dice como al pasar,
sin intención precisa de la conciencia,
casi como que sin darse demasiada cuenta ni prestarle atención…
..pero que están ligadas a un genuino Deseo inconsciente,
del que no tenemos registro ni idea…
…y que son precisamente, esas que resultan teniendo fuerza
que puede parecer hasta insólita,
de ser captada y llegar a muchos otros,
como si fueran un relámpago lleno de posibles sentidos….
y repleto de significaciones en latencia que cada quien va
asumiendo según sus modos..
Tanto que empieza por ahí a decirse
que están llamadas a llegar bastante lejos
y a rebotar por diferentes lugares,
como la merecida consecuencia,
de una cuidada y minuciosa elaboración…
…que se la nota de lo más razonada , llena de equilibrio
y sobre todas las cosas,
con una más que sutil y cuidadosa
conciencia del asunto.
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