Escrito por Eduardo M Romano el 29 enero, 2014
Existe un habla interna,que la vamos haciendo
desde pequeños. En principio , sólo intensas mezclas y modulaciones
de sensación y sentimiento,que con el tiempo , balbuceante y
entrecortada, la palabra.
En ella conviven sensibilidades, emociones ,palabras y hasta frases
dichas para adentro o escuchadas y que de algún modo
contínuan resonando en forma tenue y ambigua en nosotros.
Algunas nos acompañan desde pequeños
y nunca nos cansábamos de repetirlas, una vez y después otra y otra…porque nos daba placer hacerlo, aunque no tuviéramos la menor idea acerca de lo que querían decir o cuál podía ser su
significado preciso.
Las usábamos para muchas cosas : juegos de palabras, trabalenguas,
y a veces las decíamos todas juntas, lo más rápido posible,
en los momentos de júbilo,
pero también en los más inciertos….cuando nos sentiamos solos
y expuestos a alguna clase de amenaza o peligro que imaginábamos.
Quiero decir que estas frases y estas palabras, cargadas de fuerte sensación y de intenso sentimiento,
asi, mezcladas, todas juntas, entrecortadas, con algunas de sus
partes superpuestas…en desorden y como empujándose unas a otras,
podrían tener en nosotros, unos fines mágicos.
Porque eran hermanas del Sortilegio y parientas del Conjuro.
Significaban para nosotros tantas cosas entrañables.
Habitualmente las decíamos para adentro…en ocasiones en voz bien
baja..muy de tanto en tanto, las proferíamos
en voz alta, corriendo el riesgo de que alguien pudiera escuchar
nuestro secreto.Servían entre otras muchas cosas , para anudar
nuestras cambiantes impresiones y más entrañables sentimientos,
que podían transformarse de lo lindo,
de un momento u otro.
Créanme que en algún lugar siguen estando , porque son parte
irrenunciable de lo nuestro.Son idiomas propios y no necesitamos
que nadie venga a explicarnos qué significan…Juegos de palabras,magias, conjuros y sortilegios…Idiomas entrañables,
imposibles de traducir para que otros los entiendan.
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