Lo Inconsciente.
Ese Real inasible, Otro y fronterizo.
Encarar el riesgo de abordarlo,
supone estar dispuesto a dejarse llevar por lo ingnoto.
Atreverse a merodear los límites y los fragmentos,
apartando la ilusión de uniformidad y cómodo pasatiempo.
Porque con sólo rozarlo,
mucho de lo nuestro comienza a temblar
entre la fascinación y el espanto.
Cuando ese Real asoma misterioso,
inefable y desnudo,
no cesa de emanar e insistir

desde su núcleo más denso.
Allí, donde más se oculta y más se muestra.
con su familiar extrañeza.
Ese Real imperturbable.
Ese Real en exceso.