Escrito por Eduardo M Romano el 10 octubre, 2015
Pasaba revista
a cada detalle de sí mismo.
Decía que para evaluar
del modo más objetivo
su pensar, su sentir
y su comportamiento.
Para hacerlo, seguía una especie
de protocolo y curiosa examinación
que se administraba a sí mismo.
En el que nunca era necesario
aguardar hasta el final,
para conocer el veredicto.
Porque en esa práctica refinada
que había conseguido
para la crítica , el menoscabo
y el auto- reproche..
..el resultado ya estaba escrito
desde el principio.
Y todo lo otro que venía
más tarde y por el medio,
sólo estaba puesto
como de relleno
y para justificarlo.
Deja una respuesta