Una seductora maravilla.

Escrito por Eduardo M Romano el 14 marzo, 2021

Una clase de espera. Así podía definir, me decía,
el estado de ánimo que precedía
cada encuentro con otro.
Una eventualidad llena de incógnitas, buscada
y temida al mismo tiempo.
Curiosa mezcolanza en la que convivían,
tomada de una mano

al anhelo de una satisfacción capaz de abarcarlo todo.
Pero aferrada de la otra,
al insoportable rechazo,
apenas disimulado por la indiferencia.
Por su parte, los fantasmas no dejaban de hacer lo suyo.
Un novelado inconsciente en el que a poco de andar
podía distinguirse la trama de los lazos y los nudos
que establecía con otros.
De un lado del escenario siempre se ubicaba la dicha prometida,
hija de la seducción y hermana de la belleza.
Por el otro, aquellos que repartían la desazón y la desdicha.
Ya fuera por esta interrupción inoportuna,
por ese desencuentro impensado
o bien por aquélla otra decepción
que tarde o temprano
terminaba por bajar de un plumazo,
a quien por tanto tiempo había encumbrado
con las veinte siluetas de la idealización
y los cien rostros seductores
con los que suele dibujarse ,
(irreal y en abstracto),
toda maravilla.
Una, circular y completa,
Una cuyo destino no es otro

que el de la frustración y el abandono..

486 Vistas

16486

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

facebook

Twitter

WhatsApp

e-mail

Linkedin

Google+

Buffer

Digg

Reddit

StumbleUpon

Tumblr

Imprimir