Escrito por Eduardo M Romano el 21 enero, 2014
Existen rodeos, cambios de eje , marchas y contramarchas,
que aunque sepamos que no tienen sentido alguno
que están de más
y que no hacen otra cosa que hacernos perder el tiempo..
..no podemos presindir de ellos, ni mucho menos
dejar de hacerlos.
De modo, que cabe pensar, que algún papel que ignoramos,
deben cumplir en nosotros.
Son momentos en los que uno se siente a la deriva
y encima los tropiezos parecen venirnos uno tras otro.
Uno puede ir de un lado para el otro, con cierto grado de apuro,
y tropezarse dos veces o más , con la misma piedra.
Sentimos que nos faltan esas referencias,
que nos van orientando
acerca de qué nos está pasando,
hacia dónde estamos yendo..
…si acaso será ésta o no, la mejor manera de hacerlo…o bien qué clase
de cosa inconclusa habremos tal vez dejado abandonada
en el tiempo, como para que ahora estemos viviendo algo como esto.
Pero aunque conozcamos de sobra el terreno
y sepamos que existen ciertos caminos
que podrían llevarnos más seguros…
…es como si en algún lugar esto,
nos tuviera absolutamente sin cuidado…
porque en esta clase de cambios de eje
marchas, contramarchas y rodeos que les estoy diciendo…
…cuentan mucho más esas distancias
y esos tiempos…
en los que ciertos asuntos de nuestra propia historia,
se fueron empeñando
en dejar estas marcas,
y en dibujar estas otras
líneas de fuerza,
dentro nuestro.
Deja una respuesta