Escrito por Eduardo M Romano el 8 agosto, 2014
Se trataba precisamente deeso que estaba haciendo
justo ahora.
Algo parecido a una catarsis que salía de adentro,
para terminar desembocando por afuera.
Sin darle la menor oportunidad,
al ángulo de mira, a la opinión, al parecer,
y mucho menos a la forma
en la que el otro pudiera llegar a pensar
o sentir el asunto.
Porque era de esas personas
que saben cómo dejar
muy en claro, casi sin necesidad de decirlo
con palabras,…que las ideas,
las opiniones,los puntos de vista
y la distintas formas de captar y de sensibilizarse
que pudieran despertarse en la otra gente…
…le resultaban por completo irrelevantes
y no les daba la menor importancia.
Decorado de utilería..telón de fondo..
..testigo mudo… observador no participante..
..más o menos , era ésta la clase de lugares,
que les tenía reservados
a los otros.
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