Escrito por Eduardo M Romano el 19 diciembre, 2013
Existen hechos densos, que son capaces de golpear
y de abrir para siempre esa clase tan aprticular de herida dentro de uno,
que no viene con garantía alguna de cura,
de cicatriz ni tampoco de olvido.
Causas y razones puden haber muchas y de índole muy
distinta .
Cada cual tiene que ver con uno o mas fragmentos de la historia de cada uno .
Pero también hay lugar
en las vidas de nosotros, para otra clase de sacudones
y de traumas que son resultado del azar y la incertidumbre.
Digo, que uno no puede adjudicárselas así nomás a éstas o aquéllas otras partes de nuestras vivencias.
Es algo de lo más dificil de acpetar y de entender
para nosotros, que estamos tan acostubmrados,
por el sentido común,
a que cada asunto tiene , inequívoca, su causa,pulcra y específica.
Pero lo cierto es que cualquiera de nosotros puede terminar
ligándola “sin comerla ni beberla”….tan sólo por haber pasado en el momento o el lugar menos oportunos..
….unos que seguramente que estaban de lo más calmos y tranquilos…
y que de repente se cubrieron de espanto.
Y no siempre por culpa nuestra.
Esto no es nada nuevo. Ya todos lo sabemos.
Ninguna originalidad les
estoy diciendo. Sólo que no podemos andar machacándolo en nuestra conciencia a cada rato ni todo el timpo.
Porque no existe vida subjetiva posible
que pueda transcurrir
en estado de plena conciencia
de nuestra fragilidad extrema y de su nuestro ,más que crítico y hasta peligroso desamparo….
Ni con esa clase de angustia…
sin fin y continua ,
frente a todas las rajaduras, quiebres y peligros que en todo momento nos han de estar acechando…Esto nos pasa a todos.
… Y en gran parte, me parece,
están para eso,
una cosa tan difícil de explicar
como los amparos íntimos y entrañables,
que acostumbran envolvernos
sin necesidad de usar palabras
o de andarnos aclarando “aquí estamos”
….Son los que nos prodigan
desde los
principios, nuestras amadas figuras tempranas.
Me refiero entre otras cosas, a los sentimientos únicos
en eso de darnos la calama, la caricia y el aliento por dentro.
. A ciertas palabras que no las entendemos
nada ni por completo,
pero que igual nos producen
esa especie de embeleso que sirve
lo más bien para mantenernos firmes, atentos y vivaces…..
O esas convicciones, imposibles de decirlas…
… de que existen ot@s a quienes les importamos mucho,
y que por ese motivo
no dejan nunca de protegernos y cuidarnos todo el tiempo
adentro nuestro.
Todo esto que les digo, va conformando desde los mismos comienzos,
las cosas más singulares e irrepetibles de cada uno de nosotros.
Y es justamente por ese lado,
donde inicia
ese presentimiento
mágico e ilusorio,
que no deja de proporcionarnos
la certidumbre
de nuestra
continuidad
en el espacio, el sentido y en el tiempo…
….sin la cual, créanme lo que les digo…
a la vida nos sería imposible vivirla.
Deja una respuesta